40's
Así que tenía que decidir entre ir al boliche o al mini golf. La verdad es que habia un poco de chipi-chipi pero decidí que era más divertido ir al mini golf. Y vaya que fué buena idea, pues inmediatamente dejó de llover y disfrutamos de una ronda de mini golf hasta el anochecer. Pueden ver más fotos en los albums. Supuestamente ese el mejor mini-golf que hay en Auckland. Son dos rutas o pistas de 18 hoyos con diferente grado de dificultad. Nosotros elegimos la ruta dificil que pasa por la cueva del tesoro, mientras la ruta sencilla pasa por el barco pirata... y pasa por un lago con un tiburón... creo que eso de los cocodrilos está un tanto equivocado en la mitología de los piratas.
De ahí nos fuimos a un restaurante italiano que nos sugirieron Roberto e Yvonne. En realidad es de esos lugares estilo "fusión" donde en realidad los platillos son mas bien al estilo kiwi y no mucho de italiano, pero de cualquier forma fué muy sabroso. Lo preocupante es que no teníamos reservacion y nos dijeron que nos podian dar una mesa, pero teniamos que terminar a las 8:00pm Yo no había ajustado todavía mi reloj al horario no de verano... y creí que ya era mas tarde. Hasta que me dí cuenta que apenas eran las 6, así que teníamos tiempo suficiente para la cena. Ya estando ubicados, descubrimos que el lugar es de los que los kiwis llaman "BYO" ("bring your own")... osea, traiga su propio vino. Algunos de esos restaurantes tienen sus propios vinos pero permiten que uno traiga el suyo propio... o en algunos casos como este, de plano no ofrecen vinos, asi que uno debe aportar su propia botella. Por suerte Sandra también estaba preparada, pues ya se lo esperaba y habia dejado una botella en el coche. (creanme que eso es algo bastante inortodoxo) Pero Yvonne y Roberto también llegaron con una botella de vino argentino, asi que ganó el tinto argentino sobre las burbujas kiwis.
Nos dieron las 8 y era tiempo de ahuecar el ala... pero yo todavía tenía cara de pastel. Así que nos fuimos todos al "chocolate boutique". Ya hemos platicado mucho de ese lugar, pues efectivamente es nuestro cafecito preferido, aunque ultimamente nos hemos quejado del servicio y de que solo tienen 4 mesas, así que en ocasiones es imposible conseguir un lugar. Pero ahora tuvimos suerte y nos tocó la mesita de la vitrina... asi que disfrutamos de pastel, café y chocolate hasta rodar!
En conclusión, la pasamos muy bien y los preparativos de Sandra hicieron que tuviera un cumpleaños muy a gusto y tranquilo, con todo lo que hubiera querido.
ciao