enero 11, 2009

Papás de visita

Después de unos 8 años de vivir en Nueva Zelanda y de platicarles regularmente a nuestros papás sobre la vida y curiosidades de este país, finalmente se nos hizo recibir visita de los míos. Definitivamente no es lo mismo describir un lugar, que dejar que lo vean con su propios ojos y se aventuren personalmente tratando de comunicarse con el acento de los locales.

Mi papá es de risa, que habla muy claro, con su acento alemano-gringo, recibiendo respuestas para las cuales entiende solamente la mitad; mi mamá un poco más tímida y cuidadosa, pero ambos encantados con la sencillez y amabilidad de los kiwis, sobresaliendo su honestidad y respeto a las normas y reglas, sin dejar de ser alegres y espontáneos.

Mis tíos de Alemania también se animaron a venir para las mismas fechas, y así los cuatro rentaron un camper para recorrer el país. Pronto descubrieron que, a pesar de que el camper era para 4 personas, realmente no caben cómodamente, así que la estrategia de viaje se convirtió en buscar cuarto para dos y los otros dos dormir en el camper, mientras todos aprovechan las regaderas y servicios de los cuartos, que aquí generalmente incluyen cocineta. Claro que no todos los hoteles aceptan dicho plan y en la mayoría les piden que paguen algo extra por los que se quedan en el camper, pero de todos modos se han acomodado muy bien y disfrutan del viaje.

Nosotros los acompañamos una parte, pasamos Navidad con ellos en Taupo y disfrutamos sus expresiones de "Oh!" "Qué bonito!" "A poco se puede?" "Dónde conseguimos...?" mientras deshacían los planes y sugerencias que les teníamos: más confianza le tienen a la guía turística tipo "Lonely Planet" que trae mi tío, que las recomendaciones de nosotros. Sin embargo, todo es válido y en este país cualquier ruta, región o paisaje son igualmente disfrutables... y de todos modos no es posible verlo todo!