Adios coche y panaderos
Despues de tres meses de anunciar nuestro viejo Mazda en el Internet y ponerlo en todo tipo de lugares estratégicos para que vieran el letrero "Se Vende", se lo llevaron en una mañana sin siquiera darle la vuelta a la cuadra para probarlo. Alguien de una ciudad cercana (Hamilton) lo vió en el Internet y mandó a un amigo a que lo checara. Nos pagaron en billetes de 10 y 20 dólares, y aunque lo vendimos en mucho menos de lo que hubiéramos pensado en un principio, por el momento nos ahorramos todos los gastos que ya venían: desde la verificación hasta el registro y el seguro - todo estaba por vencerse!
Mientras, nuestros visitantes panaderos pasaron una semana de locura, nos costó mucho trabajo seguirles el ritmo: pasaron una noche en hotel, varias noches en un depto chiquitito que rentaron y otro par de noches en un nuevo depto que no conocimos. Visitaron el zoológico, el acuario, Waiheke Island, el museo, nosotros los llevamos a conocer Devonport y ver la ciudad desde el One Tree Hill, conocieron a una familia mexicana en Mission Bay, inscribieron a Ursula en clases de inglés, tuvieron entrevista para clases de gimnasia, buscaron trabajo... y se regresaron a Saltillo! Decidieron que era demasiado pesado tener a la mitad de la familia en Saltillo y la otra en Auckland por tanto tiempo (la idea era que la segunda mitad vendría apenas en junio-julio), así que mejor volverán a pensarlo y generar otro plan. ¡Qué aventura! Ojalá de todos modos lleguemos a tener panadero mexicano en Auckland algún día.
Mientras, nuestros visitantes panaderos pasaron una semana de locura, nos costó mucho trabajo seguirles el ritmo: pasaron una noche en hotel, varias noches en un depto chiquitito que rentaron y otro par de noches en un nuevo depto que no conocimos. Visitaron el zoológico, el acuario, Waiheke Island, el museo, nosotros los llevamos a conocer Devonport y ver la ciudad desde el One Tree Hill, conocieron a una familia mexicana en Mission Bay, inscribieron a Ursula en clases de inglés, tuvieron entrevista para clases de gimnasia, buscaron trabajo... y se regresaron a Saltillo! Decidieron que era demasiado pesado tener a la mitad de la familia en Saltillo y la otra en Auckland por tanto tiempo (la idea era que la segunda mitad vendría apenas en junio-julio), así que mejor volverán a pensarlo y generar otro plan. ¡Qué aventura! Ojalá de todos modos lleguemos a tener panadero mexicano en Auckland algún día.
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